Enfermedad inflamatoria pélvica (EPI) es una infección del tracto genital superior femenino que afecta al útero, las trompas de Falopio y los ovarios.
Se trata de una enfermedad relativamente frecuente, con una tasa de diagnóstico en atención primaria de aproximadamente 280/100.000 personas-año. Tiene la prevalencia más alta en mujeres sexualmente activas de 15 a 24 años.
En este artículo examinaremos la fisiopatología, las características clínicas y el tratamiento de la enfermedad inflamatoria pélvica.
Fisiopatología
La enfermedad inflamatoria pélvica se refiere a una inflamación infecciosa del endometrio, el útero, las trompas de Falopio (salpingitis), los ovarios y el peritoneo. Está causada por la propagación de una infección bacteriana desde la vagina o el cuello uterino al tracto genital superior.
Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoea son responsables de aproximadamente 25% de los casos, con otras bacterias como Streptococcus, bacteriodes y anaerobios también implicados.

Fig. 1 - La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección del tracto genital femenino superior.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la enfermedad inflamatoria pélvica incluyen:
- Actividad sexual
- Menores de 15-24 años
- Cambio reciente de socio
- Relaciones sexuales sin protección anticonceptiva de barrera
- Antecedentes de ITS
- Antecedentes personales de enfermedad inflamatoria pélvica
La enfermedad inflamatoria pélvica también puede producirse a través de instrumentación del cuello uterino, introduciendo inadvertidamente bacterias en el aparato reproductor femenino. Estos procedimientos incluyen la cirugía ginecológica, la interrupción del embarazo y la inserción de un dispositivo anticonceptivo intrauterino.
Características clínicas
Los signos y síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica se obtienen a partir de la historia clínica y sexual, y de un examen ginecológico. Aunque puede ser asintomático...los síntomas incluyen:
- Dolor abdominal bajo
- Dispareunia profunda (relaciones sexuales dolorosas)
- Anomalías menstruales (por ejemplo, menorragia, dismenorrea o hemorragia intermenstrual).
- Hemorragia postcoital
- Disuria (dolor al orinar)
- Flujo vaginal anormal (especialmente si es purulento o con olor desagradable).
En casos avanzados, las mujeres pueden experimentar dolor abdominal bajo intenso, fiebre (>38° C)y náuseas y vómitos.
En examen vaginalpuede haber sensibilidad del útero/anexos o excitación cervical (a la palpación bimanual). Puede haber una masa palpable en la parte inferior del abdomen, con un flujo vaginal anormal.

Fig 2 - Secreción cervical mucopurulenta, característica de la enfermedad inflamatoria pélvica.
Diagnóstico diferencial
Los diagnósticos diferenciales de la enfermedad inflamatoria pélvica incluyen:
- Embarazo ectópico (es obligatorio realizar una prueba de embarazo para descartarlo).
- Rotura de quiste ovárico
- Endometriosis
- Infección urinaria
Investigaciones
Las investigaciones iniciales en caso de sospecha de enfermedad inflamatoria pélvica consisten en identificar el organismo infeccioso.
Hisopos endocervicales para detectar gonorrea y clamidia, y un frotis vaginal alto para detectar tricomonas vaginalis y vaginosis bacteriana. En el Reino Unido, las pruebas se realizan mediante amplificación de ácidos nucleicos (NAAT). Los hisopos negativos no excluyen el diagnóstico.
Otras investigaciones incluyen:
- Pantalla STI completa - (VIH, sífilis, gonorrea y clamidia como mínimo) debe ofrecerse a todas las mujeres con EPI.
- Prueba de orina +/- MSU - para excluir una infección urinaria.
- Prueba de embarazo - para excluir el embarazo.
- Ecografía transvaginal - si hay enfermedad grave o incertidumbre diagnóstica.
- Laparoscopia - para observar los cambios inflamatorios macroscópicos y obtener una biopsia peritoneal. Sólo está indicada en casos graves en los que existe incertidumbre diagnóstica.

Fig 3 - La Neisseria gonorrhoea también puede identificarse al microscopio, con forma de diplococos.
Gestión
El pilar del tratamiento de la enfermedad inflamatoria pélvica es terapia antibiótica.
El tratamiento consiste en 14 días de amplio espectro antibióticos con buena cobertura anaeróbica. Debe iniciarse inmediatamente, antes de que estén disponibles los resultados de los frotis. Las opciones incluyen:
- Doxiciclina, ceftriaxona y metronidazol
- Ofloxacina y metronidazol
Se debe considerar el uso de analgésicos como el paracetamol. Se debe aconsejar al paciente que descanse y evitar las relaciones sexuales hasta que se haya completado el tratamiento antibiótico y se haya tratado a la(s) pareja(s). Todas las parejas sexuales de los últimos 6 meses deben ser examinadas y tratadas para prevenir la recurrencia y la propagación de la infección.
Hay algunas situaciones en las que las mujeres deben ingresado en el hospital:
- Si está embarazada y especialmente si existe riesgo de embarazo ectópico.
- Síntomas graves: náuseas, vómitos, fiebre alta.
- Signos de peritonitis pélvica.
- No responde a antibióticos orales, necesita terapia intravenosa.
- Necesidad de cirugía de urgencia o sospecha de diagnóstico alternativo.
Complicaciones
Retrasar el tratamiento o tener episodios repetidos de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP recurrente) puede aumentar el riesgo de complicaciones graves y a largo plazo:
- Embarazo ectópico - debido al estrechamiento y cicatrización de las trompas de Falopio
- Infertilidad - afecta a 1 de cada 10 mujeres con EPI.
- Absceso tuboovarico
- Dolor pélvico crónico
- Síndrome de Fitz-Hugh Curtis - perihepatitis que suele causar dolor en el cuadrante superior derecho

Fig 4 - Adherencias perihepáticas observadas en la laparoscopia - una complicación de la EPI.
Puntos a tener en cuenta
- Los pacientes deben recibir asesoramiento sobre la práctica de sexo seguro y el uso sistemático de preservativos.
- Debe fomentarse la realización periódica de pruebas de detección de ITS.
- Debe informarse a los pacientes sobre las posibles secuelas a largo plazo de la EPI.