La vaginosis bacteriana (VB) es una infección de transmisión no sexual del tracto genital inferior femenino, que se produce debido a una alteración de la flora vaginal normaly el consiguiente aumento del pH vaginal. La VB es una afección frecuente y es la causa más común de flujo vaginal anormal en mujeres en edad fértil.
En este artículo examinaremos la fisiopatología, las características clínicas y el tratamiento de la vaginosis bacteriana.
Fisiopatología
En la VB, la flora vaginal normal se ve alterada, lo que provoca una reducción del número de lactobacilos bacterias de la vagina. Los lactobacilos son organismos grandes en forma de bastoncillos que producen peróxido de hidrógeno para ayudar a mantener la pH ácido de la vagina <4,5, inhibiendo así el crecimiento de otros microorganismos.
Cuando se reducen las poblaciones de lactobacilos, aumenta el pH, lo que permite el crecimiento de otros microorganismos. La infección suele ser polimicrobiana, pero los organismos más comunes son Gardnerella vaginalis, anaerobios y micoplasmas.
Factores de riesgo
Muchos factores de riesgo de la VB son los asociados a un cambio en la flora vaginal normal:
- Actividad sexual, en particular una nueva pareja o múltiples parejas sexuales.
- El uso de un dispositivo intrauterino anticonceptivo (DIU)
- Sexo oral receptivo
- Presencia de una ITS
- Duchas vaginales o uso de jabones perfumados/desodorantes vaginales.
- Uso reciente de antibióticos
- Origen étnico: más frecuente en mujeres negras
- Fumar
Características clínicas
Los signos y síntomas se obtienen de la historia médica y sexual y de la exploración ginecológica.
Aunque hasta 50% de los casos son asintomáticos, los síntomas pueden incluir:
- Flujo vaginal con olor a pescado
- No suele asociarse a dolor, picor o irritación
Signos en el examen:
- Flujo vaginal fino, blanco/gris, homogéneo.
Diagnósticos diferenciales
Además de la vaginosis bacteriana, hay muchas otras causas posibles de flujo vaginal anormal que deben tenerse en cuenta. Entre ellas se incluyen:
- Candidiasis vaginal - secreción profusa, espesa, blanca y con picor, parecida a la cuajada
- Trichomonas vaginalis - flujo escaso, espumoso y ofensivo, con irritación asociada, disuria e inflamación vaginal
- ITS (gonorrea/clamidia)
Investigaciones
El diagnóstico de la VB se basa en la historia clínica, el tacto vaginal y el examen microscópico.
La microscopía es el método preferido para el diagnóstico mediante el cual se realiza una frotis vaginal alto (HVS) se tiñe con tinción de Gram y se evalúa:
- La presencia de células clave - células epiteliales vaginales con cocobacilos Gram variables
- Número reducido de lactobacilos
- Ausencia de células de pus
Nota - el aislamiento de G. vaginalis no es suficiente para diagnosticar la VB, ya que puede cultivarse en la vagina de más del 50% de las mujeres no infectadas.
La mayoría de las clínicas se basan en la microscopía, aunque el diagnóstico también puede realizarse a partir de un pH vaginal >4,5y el Prueba de olor KOH - por el que la adición de álcali (KOH) al flujo vaginal provoca la liberación de un fuerte olor a pescado (rara vez se realiza en la práctica).
Gestión
Las mujeres asintomáticas pueden optar por no seguir ningún tratamiento. La VB se trata con antibióticos, normalmente Metronidazol. Puede tomarse por vía oral (400 mg dos veces al día durante 5-7 días, o una dosis única de 2 g) o en forma de gel aplicado directamente en la vagina. Regímenes de Clindamicina o Tinidazol también puede utilizarse.
Tras el diagnóstico, también debe aconsejarse a la paciente que evite las duchas vaginales, los geles de ducha perfumados, los agentes antisépticos y los champús en el baño. También debe considerarse la extracción de un DIU que pueda estar contribuyendo a la VB.
Los síntomas suelen desaparecer con el tratamiento, por lo que no es necesario realizar una prueba de seguimiento de la curación. Sin embargo, la VB puede reaparecer, y más de la mitad de las mujeres tratadas con éxito descubren que los síntomas han reaparecido, normalmente en un plazo de tres meses.
Para más información sobre la gestión de la VB, consulte el documento Directrices BASHH.
Vaginosis bacteriana en el embarazo
La VB sintomática no tratada puede aumentar el riesgo de complicaciones relacionadas con el embarazo, tales como parto prematuro, aborto espontáneo y corioamnionitis. Las mujeres embarazadas que experimenten síntomas de VB deben ponerse en contacto con su médico de cabecera o con la clínica GUM. El tratamiento es el mismo que para las mujeres no embarazadas; sin embargo, si reciben tratamiento después del parto, se aconseja tratar a las mujeres lactantes con dosis más bajas de metronidazol, ya que puede afectar al sabor de la leche materna.