La candidiasis vulvovaginal es una infección fúngica del tracto reproductor inferior femenino, comúnmente conocida como "candidiasis" o "infección por hongos". La prevalencia de la candidiasis vulvovaginal alcanza su punto máximo en las mujeres de 20 a 40 años y es una infección muy frecuente que la mayoría de la población femenina padecerá al menos en una ocasión.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta la fisiopatología, el diagnóstico y el tratamiento clínico de esta infección, todo lo cual se tratará en este artículo.
Fisiopatología
El patógeno en 90% de los casos de candidiasis es el organismo comensal Candida albicans. Este hongo se reproduce por gemación y forma parte de la flora normal del tracto gastrointestinal. Por este motivo, también se dan casos de candidiasis oral tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, en este artículo nos centraremos en la infección por Candida del tracto genital inferior femenino.
Tradicionalmente, las infecciones por candidiasis se han considerado infecciones oportunistas. Estas infecciones aprovechan oportunidades como el debilitamiento de las defensas del huésped, por ejemplo, un sistema inmunitario comprometido o una microbiota alterada.
Sin embargo, una nueva línea de pensamiento propone que las infecciones candidiásicas sintomáticas también pueden ser el resultado de una reacción de hipersensibilidad al organismo comensal Candida albicans, y se cree que la genética y los niveles de estrógenos también desempeñan un papel.
Tenga en cuenta que hasta 20% de las mujeres pueden ser portadoras de Candida de forma asintomática y no requieren tratamiento. Además, un frotis positivo para Candida no significa necesariamente que Candida sea la causa de los síntomas de la mujer.
Factores de riesgo
- Embarazo
- Diabetes
- Uso de antibióticos de amplio espectro
- Esto puede alterar la microbiota vaginal normal, dando a la cándida la oportunidad de florecer y crecer.
- Uso de corticosteroides
- La acción inmunosupresora de los corticosteroides puede dar a las cándidas comensales la oportunidad de desarrollarse en exceso.
- Inmunosupresión o sistema inmunitario comprometido
- Por ejemplo, en pacientes con VIH o cáncer. Puede asociarse a una infección por Candida más avanzada y potencialmente mortal, o a una candidiasis recurrente difícil de tratar.
Características clínicas
Síntomas
Es esencial realizar una anamnesis adecuada. Los síntomas de los que pueden quejarse los pacientes y que son indicativos de candidiasis incluyen:
- Prurito vulvar
- Picor en la vulva, que puede extenderse a la región perineal en algunas mujeres. Suele ser un síntoma dominante.
- Flujo vaginal
- Suele ser blanca, cuajada y no ofensiva en las infecciones por cándida.
- Disuria (disuria superficial)
Señales
Los signos en el examen pueden revelar:
- Eritema e hinchazón de la vulva
- Lesiones satélites
- Lesiones rojas y pustulosas con placas pseudomembranosas superficiales blancas/cremosas que pueden rasparse.
- Flujo vaginal en forma de cuajada
Diagnóstico diferencial
Deben considerarse y eliminarse otras causas infecciosas de los síntomas descritos. Las causas infecciosas diferenciales comunes para la candidiasis son:
- Vaginosis bacteriana - En este caso no suele haber dolor ni irritación, pero sí secreción blanca. La secreción puede ser ofensiva debido a la causa bacteriana de la infección. El frotis, la microscopía y el cultivo de la secreción pueden utilizarse para excluir y diferenciar entre diagnósticos.
- Trichomonas vaginalis - El agente patógeno responsable de esta infección es un protozoo flagelado. Las pacientes pueden quejarse de dolor vaginal, dolor al orinar y cambios en el flujo vaginal. El flujo vaginal puede cambiar de diversas formas, puede volverse más espeso o más fino, espumoso o amarillo. La Trichomonas vaginalis se trata con antibióticos, no con antimicóticos.
- Infección del tracto urinario - Esta infección también se presenta con disuria y debe excluirse.
También deben tenerse en cuenta las causas no infecciosas:
- Dermatitis de contacto - Para obtener más información que permita excluirlo o incluirlo como diagnóstico, puede ser útil preguntar sobre los cambios en los productos de higiene.
- Eczema y psoriasis - Las lesiones cutáneas y el prurito vulvar pueden ser consecuencia de eczema y/o psoriasis; puede obtenerse más información para indicar estos diagnósticos diferenciales mediante una anamnesis detallada.
También es importante descartar diabetes mellitus como trastorno subyacente. La probabilidad de diabetes subyacente puede evaluarse preguntando por síntomas de diabetes (poliuria, polidipsia y pérdida de peso) en la historia clínica.
Investigaciones
No son necesarias investigaciones si los antecedentes indican un cuadro agudo. candidiasis vulvovaginal no complicada - se define como un caso esporádico con síntomas de leves a moderados que probablemente se deban a Candida albicans y no estén asociados a factores de riesgo (como embarazo, diabetes e inmunidad comprometida). No obstante, se recomienda medir el pH vaginal si se examina a la mujer.
En los casos de candidiasis que no se clasifiquen como "no complicados" (por ejemplo, infección recurrente) se debe realizar una frotis vaginal y investigación microscópica de la muestra. La presencia de esporas y micelios es indicativa de infección por Candida (aunque es importante tener en cuenta que también pueden estar presentes en mujeres no sintomáticas debido a que Candida albicans es un organismo comensal).
Gestión
Este artículo tratará sobre el tratamiento de la candidiasis vulvovaginal no complicada.
- Tratamiento inicial con un antimicótico intravaginal, como el clotrimazol o el fenticonazol, que suelen introducirse en la vagina mediante un aplicador.
- Antimicótico oralComo alternativa al tratamiento intravaginal, también pueden prescribirse medicamentos como el fluconazol o el itraconazol.
- Imidazol tópico también puede prescribirse junto con el antimicótico oral o intravaginal para tratar los síntomas vulvares.
Tanto el clotrimazol intravaginal como el fluconazol oral pueden adquirirse sin receta médica. Los azoles tópicos suelen tener una base oleosa, por lo que pueden debilitar los preservativos de látex.
Se puede acceder a las recomendaciones de gestión completas aquí (Resúmenes de conocimientos clínicos del NICE).
Si los síntomas no han remitido en 7-14 días, aconsejar al paciente que vuelva a buscar atención médica. En caso de que no desaparezca la infección:
- Considerar diagnósticos alternativos midiendo el pH vaginal y tomando una muestra vaginal para microscopía y cultivo.
- Considerar los factores de riesgo predisponentes e intentar abordarlos. Por ejemplo, en el caso de una mujer diabética, un mejor control de su diabetes podría mejorar el tratamiento de la candidiasis vaginal o hacer que los casos fueran menos frecuentes.
- Considerar la concordancia del paciente con la medicación y las razones por las que la concordancia puede haber sido escasa. Evalúe también si la medicación se ha administrado correctamente.
Si el tratamiento sigue fracasando y persisten los síntomas, o si se han identificado especies de Candida no albicans, se recomienda remitir al paciente a un especialista.
Merece la pena discutir con la paciente la mejor manera de evitar la reaparición de la candidiasis. Aconseje el uso de sustitutos del jabón y evite limpiar la zona vaginal más de una vez al día, evite irritantes potenciales, por ejemplo, geles de ducha, desodorantes vaginales, duchas vaginales y evite llevar ropa interior/medias ajustadas.
Candidiasis en el embarazo
Se cree que los niveles de estrógenos influyen en la probabilidad de desarrollar una infección candidiásica al estimular una mayor producción de glucógeno, lo que proporciona un entorno más favorable para que prosperen los microorganismos. También se cree que los estrógenos pueden influir directamente en el organismo de la cándida favoreciendo su crecimiento y animándole a "pegarse" a las paredes de la vagina. El aumento de los niveles de estrógenos durante el embarazo podría aumentar la probabilidad de que algunas mujeres sufran infecciones por cándida.
Manejo de la candidiasis en el embarazo:
- Tratar la infección con un antifúngico intravaginal (por ejemplo, clotrimazol).
- No administrar antifúngicos orales como fluconazol e itraconazol.
- Tratar los síntomas vulvares con antifúngicos tópicos
- Aconsejar a la paciente que tenga cuidado para evitar daños físicos al insertar el aplicador de tratamiento intravaginal.
- Al realizar la anamnesis, anote cualquier indicio de enfermedades de transmisión sexual, ya que muchas ITS pueden afectar al embarazo. Remitir a la clínica de medicina genitourinaria si se sospecha una ITS.
- Aconsejar al paciente que vuelva si los síntomas no se han resuelto en 7-14 días.
Encontrará más información sobre el tratamiento de la candidiasis durante el embarazo en aquí.